REPORTAJE
18 dic. 2020
Navidades COVID
Las restricciones por la pandemia supondrán un cambio en la mayoría de celebraciones navideñas en el país
BEATRIZ CASTILLO - OIHANA HUÉRCANOS I Santutxu, Bilbao
La planificación de las fiestas navideñas de este año va a ser más complicada que nunca. Como es de esperar, las medidas que se tomarán debido a la pandemia harán que se vivan unas navidades de lo más atípicas. Cenas familiares virtuales, las uvas a través de una pantalla, toque de queda en las fechas más señaladas del año…
Sin embargo, parece que el único hábito que no va a cambiar en los hogares es la decoración navideña. Además, ahora que, se quiera o no, se debe pasar más tiempo en casa (en la medida de lo posible), también se tiene más tiempo para sacar del armario los adornos y el pino para rescatar el espíritu navideño.
Celebraciones de diez personas y toque de queda
Aunque todavía no hay claras directrices sobre las restricciones de los próximos días, el Gobierno ha adelantado las medidas básicas: Máximo de diez personas y se prolonga el toque de queda hasta la 1:30 de la madrugada las noches del 24 y el 31. La última palabra la tendrá cada comunidad autónoma por lo que el aforo máximo variará en función de los gobiernos regionales.
Imaginarse estas atípicas navidades es, sin duda, desolador para muchos. Pero es necesario a pesar de todo verle el lado bueno de esta situación. Sara Novoa, residente del barrio de Santutxu y camarera del Foster’s Hollywood, considera que hay que darle una oportunidad a cómo se afrontarán los próximos días. “Hasta este año, la costumbre de mi familia era juntarnos alrededor de 30 personas en una sociedad gastronómica”, explicó Novoa, a la vez que reflexionó sobre la oportunidad que tendrá de pasar más tiempo con sus padres y su hermano.
Además, comentó la santutxutarra que otros años, era su abuela y su tío los que cocinaban para toda la familia y que “este año resultará interesante encender los fogones con el delantal puesto para cocinar al resto”. La familia Novoa llenará la mesa del comedor no solo con entrantes típicos sino que cada integrante familiar deberá cocinar un plato específico para la persona que haya salido en una papeleta al estilo amigo invisible. “Si quiero dejar a mi familia con el estómago lleno… ¡Ya me puedo poner las pilas!”, dijo entre risas la camarera debido a su poca virtud en la cocina. Además, la familia decidió no pasar las navidades con su abuelos debido al riesgo de contagio. “Mi hermano va a la universidad y está en contacto con varias personas diferentes cada día, no queremos tener ese riesgo”, se lamentó. No solo su hermano está en contacto sino que sus padres y ella también. Sin embargo, aseguró que le está enseñando a su abuela a manejar el teléfono para poder hacer una videollamada con ella, su abuelo y dos familiares más mientras cenan. “Espero que no restrinjan ni el aforo ni el horario en las videollamadas”, apuntó irónicamente.
Movilidad con justificante
Según el Gobierno Vasco, el cierre perimetral de Euskadi se mantendrá en las navidades pero, con excepciones. Se abre la movilidad entre los días 23 y 26 de diciembre del 2020 y entre el 30 de diciembre del 2020 al 2 de enero del 2021 para familiares y personas allegadas. Eso sí, cada movilización deberá ser justificada con el justificante de movilidad que emitió el Gobierno Vasco.
Quien agradeció esta nueva restricción fue Nerea Gorostidi, trabajadora de la Herboristería Leizuru de Santutxu. Su familia reside en Pamplona, y debido al empadronamiento de la trabajadora en Bilbao lleva sin ver a sus familiares varias semanas. “Fue un soplo de aire fresco cuando anunciaron la apertura de las fronteras de Euskadi para poder celebrar las navidades con los familiares”, explicó aliviada Gorostidi. Sin embargo, la restricción de las fechas no le cuadra con su horario en el trabajo por lo que solicitó las vacaciones para los días señalados y añadió: “Con tan poco margen en el calendario he decidido coger vacaciones para tener que evitarme tanto viaje”. Su hermana, que reside en Londres pasará las navidades en el extranjero ya que asegura Gorostidi: “Está resultando complicada la atención médica para realizarse una PCR debido al colapso”.
Son muchas las personas las que quieren regresar a sus hogares en las navidades, y es por ello el incremento de PCR’s que se están realizando para poder volver. Uno de los problemas con los que se encuentra la hermana de Nerea es que, quien tenga previsto viajar a España esta Navidad, tiene que presentar una PCR negativa en las últimas 72 horas anteriores a su llegada. “¿Qué ocurre si a mi hermana Andrea no le da tiempo a hacerse una PCR?” preguntó indignada. La vecina de Santutxu teme que no pueda reunirse la familia completa para la cena del 24 de diciembre o la el 31 de enero, por lo que la solución que más baraja es la siguiente: “Si para final de año no puede regresar, brindaremos con champán por videollamada con ella, ¡Y dos veces!” debido a la diferencia horaria.
La familia de Aintzane Arbelaiz también se quedará sin ver a algunos familiares. “La familia de mi marido es asturiana, y solemos viajar allí para celebrar la nochevieja. Este año, aunque han dado la oportunidad de movernos entre comunidades si es para ver a la familia, hemos decidido no arriesgar más de lo que ya hacemos”, comenta. Este año, nos dice, se quedarán en Santutxu a celebrar las fiestas con los de casa.
Un cambio para algunos, normalidad para otros
Iker Ávila, natural de Santutxu y estudiante de ingeniería electrónica en la UPV-EHU, no notará apenas una diferencia entre las fiestas de este año y las del pasado. Sólo, según comenta “no poder salir de fiesta el 31”. Su familia es pequeña y nunca han superado la cifra de 10 personas en las reuniones navideñas. “Siempre nos reunimos los tres de casa, mi abuelo, mis tíos y mis dos primas. En total llegamos a ser ocho, así que no tendremos problema en cumplir las normas”, comenta. Además, esta familia cuenta con la suerte de ser de la misma ciudad, por lo que no tendrán tampoco problemas de desplazamiento.
Estas navidades COVID serán, como poco, curiosas. Familias grandes y divididas en varias provincias de España tendrán que verse las caras a través de las pantallas. Las celebraciones hasta el amanecer quedarán pospuestas hasta, por lo menos, el año que viene. Los cotillones de Nochevieja seguirán acumulando polvo, y los reyes magos y el Olentzero no podrán realizar sus cabalgatas anuales. Pero, probablemente, la alegría navideña no faltará en los hogares que tendrán este año la oportunidad de pasar más tiempo en familia.

Árbol de navidad en la casa de Sara Novoa - Beatriz Castillo
