27 nov. 2020

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La iglesia Carmelo de Begoña se adapta a tiempos de pandemia

La Covid-19 dificulta, pero no impide la asistencia a la iglesia santutxutarra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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NICOLÁS GORBEA I Santutxu, Bilbao

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La iglesia Carmelo de Begoña en Santutxu al igual que el resto de  se ha tenido que adaptar mediante distintas medidas de higiene, a la pandemia de la Covid-19. Francisco Javier Zapata, portero de la iglesia, que lleva en el cargo desde el 11 de mayo de este mismo año, asegura que la aplicación de gel hidroalcohólico y el uso de mascarilla es completamente obligatorio. “Si se niegan, se les puede decir que no entran, aunque tenemos normas de no llegar nunca a un enfrentamiento” asegura Zapata. 

 

Francisco Javier explica que no han recibido pautas por parte del Ayuntamiento de Bilbao, sino que siguen las indicaciones que llegan del Obispado. Además de las medidas higiénicas de la mascarilla y aplicación de gel a la entrada, la ventilación se tiene muy en cuenta, “una de las puertas se queda medio abierta siempre durante las ceremonias”. 

 

El aforo máximo es otra de las medidas que han tomado para mantener la seguridad de sus feligreses, que en su gran mayoría superan la barrera de los 65 años, por lo que son considerados factor de riesgo. “El aforo máximo de normal es de unas 400 personas, hasta la última comparecencia del lehendakari estábamos acogiendo un máximo de 280 personas”. Zapata explica que tras las últimas medidas tomadas por el Gobierno de Urkullu, se ha reducido el aforo máximo hasta 196 personas. 

 

Además de estas nuevas medidas, el reparto de asientos dentro de la parroquia está separado por unos carteles en los que se especifica dónde sentarse de forma individual, salvo si conviven juntos. 

 

Las ceremonias han tenido que variar su rumbo, tal y cómo aclara el portero, “se han prohibido los cantos en las comuniones, ya que al cantar puede librarse algún aerosol”. En el caso de los funerales, Zapata indica que se desarrollan con relativa normalidad,  “a veces se alcanza el aforo máximo, no muchas veces, pero en una se tuvo que decir que no entraba más gente”.