4 nov. 2020
ENTREVISTA
Nahi Monge, entrenador del Senior B femenino del Club Basket Santutxu
"Somos un club pequeño en el que siempre ha habido muy buen ambiente"
Nahi Monge, de 24 años, lleva toda la vida en el mundo del basket. Desde niño ha visto cómo su familia se aficionó y practicaba el deporte en el que lleva metido tantos años, y no tardó en iniciarse como jugador. Muy poco después, a la temprana edad de 12 años, su club le ofreció entrenar a uno de los equipos pequeños, y desde entonces lleva entrenando a equipos del Club Basket Santutxu. Cuando comenzó como entrenador estuvo entrenando a uno de los equipos femeninos durante cuatro años. Más tarde se pasó al equipo masculino, pero esta última temporada ha vuelto con un nuevo equipo que acaba de crear el club, el segundo equipo (o el B) de las jugadoras de la categoría Senior.

Nahi Mongue ejerciendo de entrenador en un partido. Foto: Club Basket Santutxu
¿Cómo y por qué empezaste a entrenar?
Mi familia siempre ha sido una aficionada del baloncesto y desde muy pequeño he estado en este mundillo. Cuando me ofrecieron empezar a entrenar dije que sí ilusionado. Para mí este deporte es una vía de escape, y ahora que estoy trabajando mucho más. No me puedo ganar la vida con ello, pero es un hobby que disfruto y con el que quiero seguir adelante.
¿Qué formación se necesita para ser entrenador?
Es importante formar parte de un club, para poder formarte en los cursos que ofrecen tanto la Federación Vasca como la Federación Vizcaína. Hay formaciones oficiales y no oficiales. Yo tengo ya los niveles 1 y 2 de entrenador, y he empezado a hacer el tercer nivel, que es el último y el superior que hay en la Federación Española. Cuando te asignan un equipo, en mi club concretamente la decisión la toma la directiva, dependiendo de tus capacidades y habilidades, así como del tiempo que dispones para dedicar a los entrenamientos. Así me adjudicaron a mí el segundo equipo Senior femenino.
¿Cómo surgió este nuevo equipo y cuáles son sus objetivos?
Este equipo se formó tras ver la cantidad de chicas que se apuntaban al club. Antes sólo teníamos un equipo para las mayores, pero el club decidió formar un segundo para que las jugadoras se fueran preparando para jugar contra equipos superiores a los que estaban acostumbradas. Además, así recibían una preparación antes de entrar en el primer equipo. Extraoficialmente, tenemos un equipo A y un equipo B. El objetivo principal de este equipo no es ganar partidos ni quedar primeras de la liga, sino aprender a jugar contra equipos mayores, como bien he dicho, para poder pasar al primer equipo. Las del primer equipo están en Primera Especial Vizcaína, que es la primera categoría de Bizkaia, por lo que se necesita mejor preparación para estar en ese equipo.
Dices que vuestro objetivo es aprender y no ganar, ¿qué ritmo de entrenamientos y partidos lleváis?¿Cómo diriges el equipo?
Entrenamos en bloque dos veces semanales, aunque la que pueda tiene la opción de entrenar un tercer día con el equipo de las pequeñas o de las mayores, aunque por culpa de la situación actual es algo que es más complicado, porque al final tienen contacto con más personas, que se debe evitar lo máximo posible. Nosotros entrenamos dos veces semanales dos horas cada día, y jugamos un partido a la semana, aunque en estos momentos la liga está parada. Nuestro objetivo en la liga es crecer, pero no tenemos intención de ir a por el primer puesto. Además, aunque sí que hay equipos similares al nuestro en la liga, tanto por calidad como por edad, como es, por ejemplo, el Jesuitinas, hay muchos que son grandes rivales y que llevan años siendo un equipo coordinado, al contrario que mis jugadoras, que acaban de empezar. Nuestro rival más fuerte en estos momentos es el Kinesfera Basket Neskak, que ya nos ganó con facilidad el primer partido que jugamos contra ellas.
Con todo el tema del COVID, ¿cuáles son las medidas de seguridad que ha adoptado el club?
El club sigue el protocolo que la Federación Vizcaína ha pasado. Contamos con tres canchas a las que se han añadido sulfatadoras para desinfectar tanto el campo como el material, así como geles por todas partes. Evidentemente, la mascarilla es obligatoria en todo momento salvo a la hora del juego, e incluso ahí hay jugadoras que por su propia iniciativa deciden llevarla. Además, nos piden a todos que estemos en las instalaciones con un calzado diferente al que hemos llevado en el exterior, y tampoco han abierto los vestuarios ya que no tenemos la capacidad de una limpieza constante, por lo que los y las deportistas se duchan en sus casas.
¿Cómo habéis afrontado estas nuevas medidas y en qué han dificultado la dinámica del equipo?
En el caso de los entrenadores, por ejemplo, dificulta la comunicación con el equipo, ya que tenemos que llevar la mascarilla en todo momento. Aún así, todas mis jugadoras están concienciadas de lo que está pasando y respetan las medidas que se han tomado. Al principio comenzamos a entrenar con grupos más pequeños para así evitar el contacto con una red de personas más amplia, pero poco a poco hemos ido ampliando los grupos y añadiendo contacto en el juego, ya que esos entrenamientos con tan poca gente la técnica se mejoraba muy poco y era difícil seguir creciendo.
¿Cuál es el protocolo que seguís en caso de que alguien dé positivo?
El protocolo es el mismo que sigue Osakidetza: la persona contagiada se aísla y todas las compañeras de su equipo se consideran contactos directos, así que se les hace la PCR y se confinan en sus casas. Si da la casualidad de que justo hemos tenido partido, se avisa al equipo contrario y ellos deciden qué medidas tomar. También tenemos en cuenta quién ha entrenado en la misma cancha antes o después que nuestro equipo, si hemos desinfectado el material correctamente, y se avisa a todas las personas que hayan podido tener un contacto dentro del club. Aunque he de apuntar que de momento no hemos tenido ningún caso.
Ahora que las cosas se están poniendo un poco más feas, en caso de confinamiento domiciliario, ¿seguiréis algún tipo de entrenamiento?
Sí que intentaríamos conectarnos juntos a una videollamada para hacer ejercicios en común. Mandaría a mis jugadoras alguna tabla de ejercicios para que cada una fuera haciendo en su casa de manera individual, pero soy consciente de que esto no puedo implementarlo de manera obligatoria ya que cada casa es un mundo y cada familia tiene un tipo de recursos diferentes, que a veces no incluye poder seguir un entrenamiento.
Por último, ¿qué es lo que más echáis de menos de la época en la que no vivíamos una pandemia?
Lo que más echamos de menos, sin duda, es estar con la gente. Somos un club pequeño pero en el que siempre ha habido muy buen ambiente, solíamos ir a tomar algo en grupo, hacer cenas de equipo o club donde las jugadoras hacían más piña, tanto entre ellas como con el resto de equipos. Se echa de menos también el público en los partidos, poder ir a ver los partidos del resto del club. A esto en concreto sí que hemos podido añadirle una solución, que ha sido retransmitir algún partido en streaming, que ha tenido éxito entre los seguidores habituales pero claro, no es lo mismo de antes. Pero seguimos entrenando y soñando con el día en el que podamos volver a la normalidad.